Te lo repito , Carmen , no dejan de sorprenderme las flores que me dejaste y que tan amorosamente cuidabas cuando entonces . Ahora me refiero a las dos orquídeas que te regalamos para tu último cumpleaños .
Las cuido un tanto desordenadamente , casi me atrevo a decir que solo las riego con frecuencia , abundante agua sí , pero poco más .
Ya te dije que la primera y más floreciente , la de color rojo fucsia , me sorprendió renaciendo cuando todo pareía indicar que había desaparecido , a tenor de experiencias anteriores que muchas veces comentábamos , pues que las flores y su evolución en casa era una de tus más notables debilidades . Pues bien , debo decirte que en el mes de mayo ha florecido en plenitud : los catorce botones que tenía se han convertido en catorce flores brillantes y vivas , y eso que les da el sol por las mañanas , pues las conservo en la mesa redonda del porche de levante , justo donde tu las preferías tener .
Junto a ella está la de flores blancas , mucho más modesta y un si es no es retardataria . Pues bien , la semana pasada me sorprendió una tarde con los seis botones florecidos , y dos que están a punto de estallar . Blancas , tersas y más brillantes si cabe que las fucsia .
Ahí las tengo , para sorpresa y admiración de tus nietos , que se extrañan cuando les explico estas mínimas cuestiones de floricultura . "Las macetas de la abuela tienen más flores , abuelo , échales más agua".
Y en ello estamos . Sabes muy bien que todo en la casa supone tu presencia y recuerdo . No necesito elementos matariales para tenerte siempre presente , ahora ya sin dolor profundo , aunque sí con toda la nostalgia que puedes imaginar .
El lenguaje de tus flores es tu lenguaje . Y yo converso todos los días con reconfortante emoción .