Casi todo estaba por hacer , sus pensamientos y proyecto habrían de tropezar con numerosas fuerzas renuentes bien asentadas , pero en modo alguno le arredró la empresa . Era necesario abrir puertas y ventanas para que despareciera en enrarecido aire detenido y entrara la corriente fresca del exterior .
Pero no adelantemos acontecimientos , que primero deben estar las convicciones excluyentes y la preparación presunta , que provocan nostalgia creativa y añoranza más o menos imposible .
Para entonces sabía bien que no había sido dotado con los caracteres físicos , intelectuales y morales que la enseñanza primaria exigía para culminar bien la labor .
Toda esta etapa la vivió en la escuela unitaria con su padre , gran maestro proveniente de a Institución Libre de Enesñanza . Lo observaba a diario y cada vez lo respetaba y admiraba más , desde el momento en que se acercaba parsimonioso al encerado par escribir la consigna y propósitos del día , con caligrafía redonda y clara , pasando por el recreo compartido y vigilado , hasta culminar la explicación , así fueran los problemas de matemáticas o la declinación y sintaxis de la lengua española . Para llevarlo a cabo como él , siempre se sintió incapaz por temperamento , carácter y paciencia . Y durante muchos años se preguntaba : " ¿ Cómo era posible que aquel hombre , de cultura y preparación elevadas , fuera capaz de semejante acercamiento y seducción para los pequeños y revoltosos alumnos ?". La respuesta resultaba evidente : para eso era necesario nacer , aunque las circunstancias metodológicas se fueran perfeccionando con el tiempo y la práctica .
La experiencia como catedrático de instituto no fué tan traumática y excluyente . Dos cursos académicos le bastaron para comprender que se sentía más a gusto con los últimos cursos de bachillera que con los primeros . Eligió la literatura de sexto y el trabajo proteico de preuniversitario , aunque para compensar , se esforzaba en dar clase a un grupo de primero , para descubrirles la grandeza , misterio y placer de la lengua estudiada .
En la universidad , por el contrario , se sentía como pez en el agua . Y aquí es necesaria una afirmación tajante , contra el sentir común de muchos profesores . La enseñanza en la universidad no es mejor ni más importante que en los otros dos niveles , todo lo contrario , pues que si o hay buenos maestros y buenos profesores de bachiller , los alumnos no llegarán bien preparados y dispuestos a la universidad , con lo que el fracaso escolar está asegurado . Cuando me piden opinión , sigo diciendo lo de siempre : la primaria es la etapa más importante y difícil , la secundaria un término medio , y la universitaria la más cómoda y fácil de realizar , porque la tierra ya viene bien roturada , sembrada y crecida lo suficiente para culminar la cosecha .
Nunca necesitó regresar a la escuela o el instituto . Tiene acumuladas las plazas de Maestro , Catedrático de instituto por partida doble , Catedrático de Escuelas Universitarias , Profesor Adjunto y Profesor Agregado de Universidad , escedente en todas . Que así es la esforzada vida de quienes , con vocación , esfuerzo y buenos resultados , a los menesteres de la enseñanza se dedican . Y sin embargo , no puede evitar la periódica añoranza por aquellos tiempos y aquellas aulas que tantas satisfacciones le proporcionaron .
Anécdota final . Una vez asentado definitivo en la universidad , tuvo un gran deseo para el final de su vida docente , ya viejito : regresar a una escuela unitaria en pequeño pueblo de mar o montaña , para reencontrarse con niños que todo lo tenían por aprender , que necesitaban un maestro , dentro del aula , para aprender los alfonsinos saberes elementales con vistas a su vida futura ; pero que también lo necesitaban para salir al campo , contemplar y vivir la Naturaleza en su inmensa riqueza y esplendor , pues que no sólo de pan vive el hombre . No ha podido ser por razones burocráticas , y bien que lo lamenta .
Justo ahora en que , jubilado , contento y feliz por lo mucho proyectado y conseguido desde la universidad , aún conserva la mente clara y el cuerpo no degradado en exceso . Pero , creyente al fín , acepta con longanimidad que el hombre propone y Dios dispone . Y sigue trabajando lo que puede , siempre pensando en los demás , que para eso lo educaron bien quienes lo acompañaron desde niño , beneméritas personas que siempre comprendieron justamente la vida y sus misterios y sus milagros .
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