miércoles, 10 de diciembre de 2014
Aquel joven que fué
El joven despertó y abrió los ojos.
Imaginó que leía,pero el libro
dormido estaba en el atril dorado.
La nebulosa, en fín, rompe sus velos
y en el desierto aparece la luz.
Unos pasos pequeños
y suena la madera dolorida:
"No me podrán quitar...
Leer, dormir, vivir, tal vez soñar".
De "El viento rojo en la montaña".
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